Hasta el año 1930, en que el Obispo D. Manuel Basulto Jiménez entregó el Santuario a la Orden Trinitaria, este había estado atendido por sacerdotes diocesanos.

El 1 de abril de 1930, se le dio posesión a los Trinitarios, siendo el día 12 cuando se hizo de forma efectiva con una solemne fiesta, a la que asistieron el Obispo, el Excmo. Ayuntamiento, la Real Cofradía Matriz, el juez de Instrucción, el Arcipreste y gran número de sacerdotes, el P. Provincial de los Trinitarios, además de una multitud de fieles.

Desde entonces vienen rigiendo acertadamente el Santuario primero, y luego su Parroquia. Solamente tuvieron que abandonar este sagrado lugar entre 1936 y 1937, durante la Guerra Civil Española siendo tres de ellos víctimas de la contienda fratricida que destruyó el templo y perdió la imagen de la Santísima Virgen de la Cabeza.

Cuando se hicieron cargo del Santuario los trinitarios comenzaron una labor apostólica, de asistencia espiritual y educativa con los devotos que acudían a visitar a la Santísima Virgen de la Cabeza para implorar sus favores.

seminaristas trinitarios 1933

La pastoral que vienen realizando alcanza cada año frutos más positivos, enriqueciendo la participación de los fieles en la liturgia e imprimiendo a todos los actos un sentido de piedad mariana que se traduce en la celebración permanente del sacramento de la penitencia y de los sacramentos del bautismo y del matrimonio cristianos.

Un aspecto que conviene resaltar de los PP. Trinitarios es su dedicación a la promoción humana y cultural que desarrolló en el largo período de la posguerra en favor de los habitantes del poblado del Santuario y de las numerosas casas de campo diseminadas por la sierra, instalando una escuela unitaria que ha venido funcionando desde 1961.

Romería