PALABRA DE VIDA

 Tercer  Domingo, Tiempo Ordinario (ciclo A)

Santuario, 22, ENERO, 2017

"«Convertíos  porque está cerca el Reino de Dios»"

 

Ambientación

 

         "Saludos cordiales en este día del Señor. Jesús está en medio de la Comunidad que se reúne en su nombre.. Hoy vuelve a resonar su invitación a seguirle, a vivir unidos y a luchar por los valores del Reino de Dios. La gran pasión y preocupación de Jesús fue el Reino de Dios. A ello dedicó todos sus esfuerzos.

 

         Ambientamos la celebración con la presentación de estos símbolos:

-         Cirio Pascual (Se enciende...): El pueblo “vio una luz grande”. Para nosotros la gran luz de la historia es Jesús.

-         Radiocasete con cascos: Jesús sigue invitando a trabajar por el Reino, pero el ruido de la vida y muchos intereses secundarios, impiden percibir su llamada".

 

Leemos la palabra de Dios, para que nos ilumine:

+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo, 4,12-23
                   Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
         «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
         El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
         Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
-«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
         Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.
         Les dijo:
                   -«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

         Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
         Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.
                  

Palabra del Señor

 

Comentario

         " No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente, pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas.

Pero, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere poner nueva vida en nuestra vida.


La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros en la medida en que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz.

Porque, convertirse no es, antes que nada, intentar hacer desde ahora todo «mejor», sino sabernos encontrar con ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata sólo de «hacerse buena persona”, sino de volver a aquél que es bueno con nosotros.

Por eso, la conversión no es algo triste sino el descubrimiento de la verdadera alegría. No es dejar de vivir sino sentirse más vivo que nunca. Descubrir hacia dónde debemos vivir. Comenzar a intuir todo lo que significa vivir.

Convertirse es algo gozoso. Es limpiar nuestra mente de egoísmos e intereses que empequeñecen nuestro vivir cotidiano. Liberar el corazón de angustias y complicaciones creadas por nuestro afán de dominio y posesión. Liberarnos de objetos que no necesitamos y vivir para las personas que nos necesitan.

Uno comienza a convertirse, cuando descubre que lo importante no es preguntarse: «¿cómo puedo ganar más dinero?», sino «¿cómo puedo ser más humano?». No «¿cómo puedo llegar a conseguir algo?» sino «¿cómo puedo llegar a ser yo mismo?».

Cuando uno se va convirtiendo a ese Dios del que nos habla Jesús, sabe que no ha de temerse a sí mismo ni tener miedo de sus zonas más oscuras. Hay un Dios a quien nos podemos acercar tal como somos.

Si, al pasar los años, no nos hemos encontrado nunca con este Dios, podremos llegar a ser algo importante, pero habremos equivocado el sentido de nuestra vida.

Cuando hoy escuchemos la llamada de Jesús: «Convertíos  porque está cerca el Reino de Dios», pensemos que nunca es tarde para convertirse, porque nunca es tarde para amar, nunca es tarde para ser más feliz, nunca es demasiado tarde para dejarse perdonar y renovar por Dios".

 

Cuento

 

         Hay una historia que nos puede ayudar a pensar quiénes fueron y quiénes son realmente importantes para Jesús:

 

         "En una puesta de sol, un amigo nuestro iba caminando por una desierta playa mexicana. Mientras andaba empezó a ver que, en la distancia, otro hombre se acercaba. A medida que avanzaba, advirtió que era un nativo y que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua. Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al océano.

Al aproximarse más, nuestro amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una, volvía a arrojar al agua.

Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:

-Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome qué es lo que hace.

-Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar, se morirán por falta de oxígeno.

-Ya entiendo -replicó mi amigo-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente. Y lo más probable es que esto esté sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sea de verdad importante?

El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:

-¡Para ésta sí que es importante!

 

Comentario:

* ¿Se parece Jesús a este hombre que recogía estrellas de mar? ¿En qué?

* Según eso, ¿cómo se comporta Jesús con nosotros? ¿Quiénes son importantes para Él?

* ¿Le mereces tú la pena?

 

Es el momento de hacer silencio, meditar......... Pidamos al Señor por intercesión de nuestra madre la Virgen de la Cabeza.

 

  • Por todos los pueblos , para que no haya divisiones insolidarias. ROGUEMOS AL SEÑOR...

 

  • Por la Iglesia , para que anuncie con fidelidad el Evangelio que le ha sido confiado. ROGUEMOS AL SEÑOR...

 

  • Por el Papa y los obispos, sucesores de aquellos pescadores de Galilea, para que no olviden nunca aquel humilde comienzo lleno de ilusión. ROGUEMOS AL SEÑOR...

 

  • Para que todos los cristianos trabajemos por el Reino de Dios sin fanatismos. ROGUEMOS AL SEÑOR...

 

  • Por nuestra Comunidad________, para que resalte por el seguimiento de Jesús y por ser signo de unión y de fraternidad. ROGUEMOS AL SEÑOR...

 

Damos Gracias

         "Padre, a veces nos entretienen cosas sin importancia. En ocasiones estas cosas se convierten en pequeños ídolos que nos influyen más que Tú. Acoge nuestra conversión que se renueva con tus continuas llamadas. Y te damos gracias porque nunca dejas de pensar en nosotros".

¡Feliz semana!

anterior siguiente