CELEBRACION DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Este año se cumplen 167 años del dogma de la Inmaculada Concepción proclamado por el Papa Pío IX.

Es un día de regocijo y felicitación a nuestra Madre Celestial por haber sido concebida sin pecado y llena de gracia.

La Iglesia la propone como ejemplo de vida perfecta, purísima, sin pecado, colmada de gracia.

Bajo su manto nos acogemos para que nos libre de todos los peligros.

Como dijo el Papa Francisco, celebrar esta fiesta implica dos cosas:

Acoger plenamente a Dios y su gracia misericordiosa en nuestra vida y convertirnos a la vez en artífices de misericordia mediante un auténtico camino evangélico.

La fiesta de la Inmaculada se convierte en fiesta de todos nosotros si, con nuestro “sí” de cada día, conseguimos vencer nuestro egoísmo y hacer más feliz la vida de nuestros hermanos, darles esperanza, secando algunas lágrimas y dando un poco de alegría.

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